Estas son nuestras razones:

En la Associació Veïnal “La Victòria” pretendemos ser la voz de las vecinas y los vecinos para estimular una mayor participación ciudadana, impulsar y favorecer la construcción de tejido social sólido, comprometido y dinámico, potenciar la existencia de canales efectivos para la información y comunicación y abordar la comprensión de la ciudad desde una perspectiva global e integrada, abierta y plural. La asociación tiene como fin último ejercer y defender los intereses y derechos vecinales.

09 septiembre 2025

Peligro de extinción de bancos que estan en las plazas, priorizan los que estan a la sombra.

Translator

La decisión del ayuntamiento de retirar bancos en buen estado, situados a la sombra y en un espacio tranquilo, plantea serias dudas sobre la sensibilidad de la gestión urbana hacia las necesidades cotidianas de la ciudadanía. Estos elementos, que pueden parecer simples mobiliarios, cumplen en realidad una función social y comunitaria fundamental: ofrecen descanso a personas mayores, niños, trabajadores que buscan un respiro, y en general, a todo aquel que necesita detener el ritmo por un momento dentro de la vida urbana.

Quitar estos bancos significa restringir un derecho básico al disfrute del espacio público. No se trata de comodidad superficial, sino de accesibilidad, de cuidado y de calidad de vida. El mobiliario urbano es una extensión del bienestar colectivo, y su ausencia puede transformar un lugar acogedor en un espacio hostil y pensado únicamente para el tránsito rápido, no para la estancia ni para la convivencia.

Además, elegir precisamente los bancos que se encontraban en la sombra y en un entorno tranquilo refleja una falta de criterio. En un contexto de ciudades cada vez más afectadas por el calor y el estrés, los puntos de sombra y descanso son un recurso valioso que debería ampliarse, no eliminarse. Esta decisión no solo va contra la lógica del urbanismo humano y sostenible, sino que transmite la sensación de que el ayuntamiento responde a razones ajenas al interés ciudadano: ya sea por cálculos estéticos, por políticas de “limpieza social” que buscan disuadir ciertos usos del espacio, o incluso por falta de planificación integral.

En definitiva, retirar bancos en buen estado no es un gesto neutro: es un símbolo de cómo a veces las políticas urbanas pueden desconectarse de la realidad de quienes habitan la ciudad. El espacio público debería ser un lugar de encuentro, descanso y equidad, y no un terreno donde se sacrifiquen el bienestar y la dignidad de los vecinos bajo decisiones burocráticas.
¿Nos traerán otros nuevos bancos? Tiene mala pinta.
Con más información y transparencia a la vecindad muchas cosas serían de otra forma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario