La realidad diaria de muchas personas que se desplazan en silla de ruedas pasa desapercibida para la mayoría. Sin embargo, tienen que enfrentarse de forma constante a un problema que va mucho más allá de la falta de civismo: la suciedad en las calles. Excrementos de perros, chicles pegados en el suelo y restos de saliva se convierten en un obstáculo no solo incómodo, sino también indigno, que termina ensuciando sus manos cada vez que tienen que impulsarse para avanzar.
Desde nuestra asociación vecinal "La Victoria" hacemos un llamado a la empatía y la colaboración ciudadana. Mantener los espacios públicos limpios no es solo una cuestión estética, es un acto de respeto hacia todas las personas, en especial hacia quienes dependen directamente del contacto con el suelo para desplazarse.
Aunque los excrementos de las mascotas puedan recogerse, siempre queda un rastro que supone un riesgo y una incomodidad añadida. En este sentido, solicitamos que los dueños de animales extremen la precaución y elijan lugares apartados para que sus mascotas hagan sus necesidades, contribuyendo así a evitar que las zonas de tránsito común sean focos de suciedad.
Apelamos también a la responsabilidad de todos los ciudadanos. Gestos tan sencillos como no escupir en la vía pública o tirar los chicles en una papelera pueden cambiar de manera significativa la calidad de vida de cientos de personas en nuestra comunidad.
La limpieza de nuestras calles es un deber compartido. Cada acción cuenta. Cuidemos nuestros espacios públicos para que sean accesibles, seguros y respetuosos con la dignidad de todos