En muchos pueblos, especialmente aquellos que han experimentado un crecimiento desordenado o una falta de planificación urbana, se observa una problemática creciente: alcorques vacíos, lugares donde antes hubo árboles y hoy sólo quedan huecos sin vida. Esta situación refleja la actitud negligente del ayuntamiento, que, a pesar de los beneficios claros de la vegetación urbana, no repone los árboles que se pierden con el tiempo. La ausencia de estos árboles no solo empobrece el paisaje urbano, sino que también agrava las condiciones climáticas locales.
En un pueblo donde las temperaturas aumentan cada vez más debido al cambio climático, la falta de zonas verdes cercanas a los barrios empeora la calidad de vida de los residentes. Los árboles no solo proporcionan sombra y frescor, sino que también juegan un papel crucial en la absorción de dióxido de carbono y en la mejora del aire. Al no contar con áreas verdes, los vecinos sufren el calor extremo, lo que afecta especialmente a las personas vulnerables, como los niños y los ancianos.
La falta de acción en la reposición de árboles y la creación de espacios verdes es, además, una barrera para la lucha contra el cambio climático. Los alcorques vacíos son una oportunidad perdida para mitigar el aumento de las temperaturas urbanas y mejorar la resiliencia de la comunidad ante fenómenos climáticos extremos. La Asociación Vecinal La victoria solicita un plan adecuado para reforestar y ampliar las zonas verdes, el municipio no solo pierde calidad de vida, sino que también contribuye negativamente al agravamiento del calentamiento global.





