Cuando hablamos del día contra la eliminación de la violencia de género, se genera mucha controversia respecto al porqué de la elección de esta fecha, su utilidad, su significado, su importancia, etc.
Como sucede con multitud de fechas reivindicativas, su elección tiene como objetivo dar visibilidad a esta problemática, y se encuentra ligada a una serie de situaciones complejas acaecidas en el pasado en República Dominicana.
El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las hermanas Mirabal fueron encontrados en un barranco, en Salcedo, al noreste de República Dominicana. Horas antes, las tres mujeres, activas militantes contra el régimen de Trujillo, fueron asesinadas por un escuadrón del dictador. El asesinato de las hermanas Mirabal, conocidas como “las mariposas”, fue uno de los detonantes de la caída de Trujillo. Debido a este suceso se tomó dicha fecha en honor a las tres hermanas: Minerva, Patria y María Teresa Mirabal.
«Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte» Minerva Mirabal.
Sin embargo, como sociedad, debemos ser conscientes que un día no nos sirve para conmemorar, visibilizar y sensibilizar sobre una problemática real. Debemos enfocarnos hacia un discurso más humano y sincero, donde no percibamos la indiferencia con la que algunos actores sociales, políticos y culturales pronuncian los discursos contra la desigualdad.
La lucha real, tanto individual como colectiva, es una responsabilidad que debemos afrontar y asumir entre todos en el día a día. Todos esos días en los que mujeres y hombres juntos luchan contra la desigualdad y con pequeños y grandes gestos y logran remar hacia un mismo objetivo: eliminar la desigualdad a efectos de realidad.
Neus