La discapacidad es una
cuestión de grado y más que en la persona o en el entorno, deriva de la
interacción entre ambos, de ahí que en esta semana europea de la movilidad, varias
entidades (AV La Victòria, DISCAMP, AVOCAM y UDP) destaquemos que es necesario
cambiar un modelo de movilidad que gira en torno al uso de vehículos
contaminantes particulares por otro más medioambientalmente sostenible que, con
la accesibilidad universal como elemento vertebrador, gire en torno al
transporte colectivo y a la priorización y protección de quienes se desplazan a
pie y en medios de transporte no contaminantes.
Aunque en los próximos días
realizaremos una concentración, una exposición fotográfica y una mesa debate, iniciamos
las actividades logrando que todos los grupos políticos municipales apoyaran
una moción o declaración institucional en la que se instaba a las diferentes
administraciones, a trabajar para que nuestro municipio se
transforme y diseñe desde la perspectiva de la accesibilidad universal y de este modo, a promover las condiciones para que sean reales y
efectivas la libertad y la igualdad de las personas, así como a remover los
obstáculos que impidan o dificulten la participación plena de la ciudadanía en
todas las dimensiones sociales.
Consideramos que la accesibilidad universal implica al
diseño y a la adecuación del entorno pero también, adecuar a las necesidades de
toda la población los servicios, los equipamientos, las estructuras y las condiciones
administrativas y legales, pero por tratarse de actividades de la Semana
Europea de la Movilidad, principalmente resaltamos la necesidad garantizar la seguridad
y la autonomía de las personas con movilidad reducida y también las necesidades
de quienes se dedican a las tareas de cuidado, que en su mayoría son actualmente
mujeres.
Es probable que haya visto deambular entre coches a
personas con carros de la compra o andadores o sillas de ruedas o de bebés.
Estas personas ocupan la calzada porque los espacios públicos de nuestra ciudad
no se adecuan a las necesidades de las personas mayores (el 60% de quienes
habitan nuestro municipio), ni a las del gran colectivo de personas
dependientes y ni a las de personas con movilidad reducida.
Esto es, muchos espacios de la vía pública destinados
a la circulación de las personas (aceras, jardines, pasos elevados, etc) no
alcanzan un nivel básico de utilización autónoma, por lo cual, las personas con
movilidad reducida disponen de pocos itinerarios por los que transitar, sin
contar con ayuda y sin arriesgar su seguridad, para acceder a diferentes
servicios (comercios, dependencias del Ayuntamiento, Centros de Salud, Centros
Educativos, Agencia tributaria, etc.). Y es que, encontramos en los núcleos de
Puerto, Sagunto, Baladre y Almardá diferentes tipos de barreras a la
accesibilidad, como puede ser: la escasez de viales peatonalizados; el inadecuado
ancho y estado de las aceras; la excesiva altura de algunos bordillos; rebajes
inexistentes o inadecuados de las aceras; la ubicación de obstáculos en las mismas
(señalización, mobiliario urbano…), etc. Por ello reclamamos que se incremente
significativamente la partida presupuestaria destinada a la accesibilidad.
Esperamos que se enriquezca y continúe en el tiempo la
sinergia creada por las entidades que proponemos dedicar la semana europea de
la movilidad a la accesibilidad y reclamamos una mayor implicación de todas las
administraciones para lograr una ciudad más humana y por tanto, adaptada a
quienes la poblamos. Queremos una ciudad y una sociedad inclusivas y accesibles,
en las que todas las personas podamos disfrutar y participar autónoma y
plenamente en todos sus ámbitos.
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