Otras fiestas son posibles y deben ser promovidas por los responsables públicos.
Las organizaciones sociales entendemos que las fiestas son momentos en donde se reúne el vecindario y visitantes, se mantienen vivas la danza, la música, la gastronomía, etc., y se impulsa la hostelería, el comercio, el turismo y el empleo, y además se proporcionan actividades lúdicas para todas las edades y públicos. A esto hay que añadir la necesidad de infraestructuras adecuadas: baños públicos, limpieza, puntos de información, accesibilidad. Con gestión transparente y rendición de cuentas sobre el presupuesto y participación vecinal en la programación, creando espacios de convivencia y participación comunitaria, sin olvidar a los vulnerables.
Los propósitos e ideas de lo que debe ser la fiesta que queremos son:
Las que van asociadas a evitar las decisiones políticas peligrosas como gastar una ingente cantidad de dinero en torturar animales ante menores, y promover en los niños actos como el embolado sin hacerles ver el sufrimiento animal, desoyendo las recomendaciones del Comité de Derechos del niño de la ONU de alejarlos de los festejos con toros. En el siglo XXI Sagunto no ha tenido ni tiempo ni ganas para declararse un pueblo “anti-taurino” y demandar una verdadera revisión de lo viene siendo la cultura de este pueblo, cultura de la tortura.
Las que teniendo en cuenta los valores, actitudes, comportamientos y prácticas promueven la conciencia, la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.
Las fiestas para trabajar en la lucha contra el racismo a través de la participación y la sensibilización de los entornos donde se encuentran las personas migrantes para su integración.
Las que muestren sensibilidad con los problemas existentes como son el derecho a una vivienda digna y el apoyo a la población Palestina y la repulsa de la masacre israelí “STOP THE GENOCIDE NOW” y el recuerdo a los afectados por la DANA con la actuación de MAZÓN.
Por otro lado, el volumen de la música, los fuegos artificiales y la actividad nocturna alteran el descanso y afectan a quienes no participan de la celebración, incluyendo familias con personas enfermas, ancianos, o quienes tienen que trabajar al día siguiente. Esto provoca molestias, problemas de salud y afecta la dignidad de vida de los vecinos cercanos a las zonas festivas. El respeto a los horarios de cierre y el cese de la actividad habiendo desalojado a la hora programada, por ahora es imposible.
Queremos fiestas donde el Ayuntamiento además de ser responsable de la financiación y la planificación general, lo sea de la gestión operativa.
Con la fiesta alternativa de la AV La Victoria nos proponemos divertirnos sin que sea a costa de animales indefensos, del descanso y la paciencia de la ciudadanía. Diversión mostrando nuestro patrimonio, educando en valores, implicándonos en movilizar el conjunto de conocimientos, destrezas, actitudes y valores que permiten a la ciudadanía tomar conciencia de su identidad personal y cultural desde nuestra raíz social y cultural del desarrollo sostenible y ética ambiental, actuando de acuerdo con normas y valores cívicos y éticos.
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